jueves, 13 de octubre de 2016

Paraguaná y Aruba, tan cerca y tan lejos: La sed y la falta de electricidad las diferencian.



Solo 25 kilómetros separan la isla de Aruba de la media Isla Paraguaná. Esta cercanía les ha facilitado históricamente el intercambio comercial y en un período de la colonización sus moradores, al menos hasta 1678, compartieron la misma lengua "el castellano", incluso Aruba recibía la eucaristía de un sacerdote que viajaba desde Coro.

No por pequeña Aruba se diferencia de Paraguaná, que con sus 3.405  km² es casi 18 veces el tamaño de Aruba (193 km²). Además la triplica en población, con cerca de 350 mil habitantes vs  104 mil. Sin embargo esas diferencias de tamaño y población no convierten a Paraguaná en más fuerte que Aruba. De hecho su consumo eléctrico es tres veces menor que el de Aruba, o lo que es lo mismo, mientras Paraguaná demanda 350 MW, Aruba demanda 900 MW, y desde el punto de vista per cápita la pequeña isla consume más de 8 mil KWh por año, superando incluso a Alemania, España y Francia, frente a menos de 3 mil Kwh promedio por año de Venezuela, antes del colapso del sistema eléctrico. Por lo tanto y siendo que el consumo real per cápita de Venezuela no supera los 2 mil Kwh por año, la diferencia crece a 4 veces. Esta cifra en Paraguaná es sin duda mayor, como lo es el constante racionamiento del servicio eléctrico.

 En el papel Paraguaná es mucho más industrializada que Aruba. De hecho la instalación de las refinerías Creole y Shell en 1949, producto de la negociación para la aprobación de la Ley de Hidrocarburos de 1943, desplazó a la pequeña isla como el lugar donde se refinaba el petróleo venezolano, actividad que se mantiene en una pequeña refinería. Sin embargo, el complejo refinador paraguanero (CRP), alguna vez considerado el más grande del mundo, se encuentra reducido a un conjunto de plantas que funcionan a menos del 50% de su capacidad. El abandono y la irresponsabilidad gerencial ya no lo hacen merecedor del mayor estandarte de los paraguaneros. Hoy día el CRP es una amenaza y mantiene en vilo a toda Carirubana, ante la posibilidad de que pueda repetirse una nueva tragedia como la de 2012.
Por otro lado Aruba, que no tiene fuentes de agua dulce natural, ni aguas subterráneas, ríos, lagos o embalses, dispone no obstante de suficiente agua potable proveniente de la desalinización del agua del mar Caribe, que con mucho éxito realiza  desde hace más de 70 años su empresa insigne  WATER- EN ENERGIEBEDRIJF ARUBA N.V. (W.E.B. Aruba N. V.). Esa empresa atiende a más de 39 mil clientes, 7.000 hoteles y 4.000 residencias de tiempo compartido y en total a más de 1 millón de turistas que la visitan al año. Cada uno consume en promedio 1 tonelada métrica de agua por día. Además, un promedio de 170.000 toneladas de agua potable por año para la industria de cruceros de Aruba. Durante la última década, W.E.B. Aruba N. V. ha invertido aproximadamente 250 millones de dólares para actualizar, modernizar y ampliar su producción de agua y la generación de electricidad. Por ello en Aruba los fenómenos del niño o la niña,  ni las sequías o la aridez del clima afectan la actividad económica y mucho menos la calidad de vida de sus habitantes (Véase: Arugas).
 
A diferencia, Paraguaná siempre ha dependido del suministro de agua proveniente de 10 embalses falconianos construidos entre 1962 y 1995 y del más reciente y rimbombante  Gran Acueducto Bolivariano, cuya construcción data desde el año 2000 y ha recibido más de 300 millones de dólares. No obstante y a pesar de ello, la falta de agua ha colapsado su economía y destruido la calidad de vida de sus habitantes. Paraguaná sufre de sed y humillación. Su gente tiene que ir a la caza del agua en camiones o pimpinas para abastecerse y cubrir parcialmente sus necesidades básicas. La privación del servicio de agua potable ha pasado de 20 días en algunos sectores, con lo cual se han violado los más elementales derechos humanos de esas poblaciones.  

Esta realidad choca con las inversiones que el gobierno nacional y regional han realizado para convertir a Falcón y en particular a Paraguaná en un "coloso", en cuanto a producción y suministro de agua y energía se refiere. Lo cierto es que los millones de dólares ya no están y los problemas de falta de agua y electricidad se agravan cada día. Los mejores ejemplos son: la Planta Termoeléctrica Josefa Camello con una capacidad instalada de 450 MW, con fallas y paradas permanentes; el parque eólico que sirve para que los turistas se tomen fotos; el ya mencionado y fracasado "Gran Acueducto Bolivariano" y la Planta Desalinizadora de agua del mar Caribe, que no termina de ofrecer el agua potable que tanto se ha prometido.
Por su lado Aruba, sin petróleo, ni gas natural, pero con mucha agua del mar, viento, sol brillante y políticos y buenos gerentes, crece sin parar. Su matriz energética actual ya supera el 15% de fuentes renovables (viento, sol y biomasa) y ha anunciado que para 2020 utilizará únicamente energía 100% proveniente de fuentes renovables.
Mientras tanto Paraguaná que lo tiene todo, menos buenos políticos y gerentes visionarios, sigue sumida en la oscuridad y con sed...mucha sed.
 

sábado, 1 de octubre de 2016

El revocatorio, un acto constituyente para el retorno a la democracia




Desde que el pueblo venezolano decidió apostar en las elecciones de 1998 por un cambio radical dejando atrás el esquema de partidos surgido a partir de 1958, ha perdido aceleradamente las principales conquistas políticas, económicas y sociales alcanzadas luego del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
Los 40 años de democracia imperfecta que dominaron el devenir de los venezolanos del 58 al 98, hicieron de Venezuela un gran país. Permitió modernizarse y construir una clase media intelectual fuerte, que a partir de los 80 fue asumiendo mayor protagonismo para detener el deterioro y promover los cambios que el modelo político comenzó a exigir en su lenta agonía.
El empobrecimiento social que se produjo en los 80 con la caída de los precios del petróleo, la alta inflación, el control cambiario (Recadi) y la corrupción, obligó a la clase política a buscar un nuevo rumbo, esta vez hacia la apertura, con lo cual se lograron muchos éxitos. La economía no petrolera se fortaleció y la dependencia con el oro negro se redujo a 70%, con buenas perspectivas de bajar a 60%.
A principios de los 90 dos corrientes a su estilo querían cambiar el status quo. Por un lado un grupo de políticos renovadores y una sociedad civil comprometida promovían la descentralización y una democracia de mayor calidad. Por el otro, grupos civiles y militares en la clandestinidad conspiraban para lograr una transformación mediante las armas. Un tercer grupo anclado en el poder no quería cambio  y optó por frenar los liderazgos reformistas en sus filas, que finalmente se quedaron con los crespos hechos.
Los violentos se adelantaron y en un sangriento y fracasado golpe militar, hirieron de muerte la maltrecha democracia venezolana. Sus integrantes bien entrenados y con sed de llegar al poder no cesaron y volvieron a golpear sin piedad desde el sector militar para hacer más profundas las heridas del primer intento, causando un derrame por el que se han ido la mayor parte de los derechos ciudadanos ganados por décadas de lucha.
El sistema de gobierno que han levantado los violentos es considerado como el más corrupto que ha tenido Venezuela desde que existe como República.
Pero qué podían esperar los venezolanos de aquel movimiento conformado por el último reducto de guerrilleros que no se acogieron o no calificaron para la primera ola pacificadora de los 70 planteada por Caldera?
Que podían esperar los venezolanos de un grupo que fue dejando en el camino loables y comprensibles propósitos de  cambio, que incursionó en el delito común para proveerse de recursos económicos, que secuestró y asesinó en nombre de la revolución?
Que podía esperarse de una generación que se formó en el fanatismo ideológico, que aprendió a adorar a Mao, a Stalin y a Pol Pop, reconocidos genocidas?
Que podía esperarse de células clandestinas que leían Mi Lucha de Adolfo Hitler para aprender de la experiencia Nazi? Que podía esperarse de pseudo-líderes que asesinan animales para beber su sangre y de ese modo hacerse más fuertes?
Hay que reconocer que los que están resistiendo en el gobierno para no ser revocados, han sufrido en el camino una metamorfosis psicosociológica que los ha convertido en una especie mutada, inédita, no solo en Venezuela, sino en toda Latinoamérica, con la excepción de Cuba donde los han creado.
La actual crisis no tiene su origen en la caída de los precios del petróleo, ni podrá resolverse si estos se incrementan. Se trata de un sistema que nunca se ha acoplado a la cultura ni a las costumbres de los venezolanos. En los períodos en que aparentó funcionar, fue posible por los inmensos recursos proveniente de la venta del petróleo invertidos en políticas sociales engañosas, populistas y que sirvieron para crear una clase corrupta y asegurar una masa votante para mantenerlos en el poder.
De modo que lo que tenemos al frente -y eso lo sabemos todos- no es cualquier cosa. No es una dictadura clásica, es algo mucho peor que aún le falta un nombre. Por menos de lo que ha ocurrido en el país en estos 17 años y con todo el arrojo que ha demostrado la oposición y el pueblo de Venezuela, cualquier régimen por fuerte que hubiera sido ya estaría desde hace rato enterrado.
Es mucho más y creo que no han mostrado todo lo que pueden y son capaces de hacer. En la segunda guerra mundial fue necesario casi destruir toda Alemania para derrotar a los nazis. En Venezuela ellos han acabado con la economía, con el sistema de salud, siembran hambre y terror y siguen resistiendo.
Por ello el revocatorio no es solo un arma para sacar del poder a Maduro y su régimen, es una oportunidad histórica de unirnos en función de un nuevo proyecto de país. El revocatorio no es solo una meta, es la partida, el comienzo de una nueva Venezuela. El revocatorio debe y tiene que ser el punto de quiebre, el acto constituyente para una transformación estructural  que no puede esperar más.
Para Venezuela y los venezolanos el desafío no es recoger 20% de las firmas requeridas para activar el referendo revocatorio. El desafío es llegar a más, al 40% y porque no al 50%?...nadie debería dejar de estampar su firma. Démosle un golpe democrático del cual no puedan recuperarse.





Transición Energética 4.0. Un Enfoque Multidimensional para la Justicia Climática y los Derechos Humanos

La Transición Energética 4.0 va más allá del simple reemplazo de fuentes energéticas para generar energías libres de emisiones, posicionándo...