Estados Unidos
ha dejado de ser un aliado del planeta. Donald Trump dio rienda suelta hoy a
sus impulsos más radicales y decidió romper con el "debilitante y
desventajoso" Acuerdo de París contra el cambio climático. La retirada del
pacto firmado por 195 países marca una divisoria histórica. Con la salida, el
presidente de la nación más poderosa del mundo no sólo da la espalda a la
ciencia, ahonda la fractura con Europa y menoscaba su propio liderazgo, sino
que ante uno de los más inquietantes desafíos de la humanidad, abandona la
lucha. La era Trump, oscura y vertiginosa, ha dado comienzo. “He cumplido una
tras otra mis promesas. La economía ha crecido y esto solo ha empezado. Por la
gente de este país salimos del acuerdo. Vamos a crecer y no vamos a perder
empleos. Estoy dispuesto a renegociar otro acuerdo favorable para Estados Unidos.
Es tiempo de hacer América grande otra vez”, clamó Trump.
Repasamos en qué consistía el compromiso ratificado por su antecesor,
Barack Obama, en 2015 y las consecuencias que puede tener tanto para el país
como para el resto del mundo.
¿Qué es el Acuerdo de París
contra el Cambio Climático?
Se trata del primer pacto internacional para reducir la emisión de gases
contaminantes de efecto invernadero a la atmósfera. Fue ratificado en París a
finales de 2015 por casi 200 naciones, entre las que se encuentran Estados
Unidos y China, los dos mayores contaminantes del mundo. Solo Siria y Nicaragua
están fuera del acuerdo, a los que se une ahora EE UU.
¿Cómo funciona?
Los expertos apuntan a que el éxito del acuerdo radica en que no impone una
legislación a cada uno de los países que después deba ser ratificada por sus
parlamentos. Las naciones que participan en el pacto simplemente deben anunciar
qué porcentaje de emisiones se comprometen a reducir y en qué plazo, y también
participan en las negociaciones posteriores —la siguiente se celebrará en 2018
y después cada cinco años.
¿A qué se había comprometido el
Gobierno estadounidense?
Como país miembro del Acuerdo de París, EE UU pretendía una reducción de las emisiones contaminantes de entre un
26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Los expertos aseguran
que al cancelar las políticas energéticas de Obama, EE UU solo lo reduciría un
14%, según estimaciones de la consultora Rhodium
Group.
¿Cómo puede abandonarlo Estados
Unidos?
Trump ya adelantó desde
que era candidato a la Casa Blanca que si ganaba las elecciones presidenciales,
retiraría a EE UU del Acuerdo. El proceso, sin embargo, no es rápido ni
automático. El pacto de París estableció que los países no podrían abandonarlo
durante los primeros tres años y, una vez decidido, no sería efectivo hasta un
año después. Es decir, en teoría, EE UU seguirá formando parte del acuerdo del
clima hasta 2020.
En la práctica, sin embargo, la situación es distinta. Trump ha aprobado
diversas normativas que ya han desmantelado la política de Obama en su lucha
contra el cambio climático y que contribuirán a que no se reduzcan las
emisiones. A falta de estas protecciones, EE UU ya iba a fracasar en su
compromiso con París. El mandatario republicano ha eliminado los planes
energéticos que prohibían nuevas explotaciones de energías fósiles y ha dado
vía libre a las extracciones en zonas costeras de EE UU que Obama había
protegido.
¿Qué consecuencias tendrá para EE
UU?
Estados Unidos seguirá siendo uno de los grandes países contaminantes —el
segundo sólo por detrás de China— y no logrará alcanzar sus objetivos en
recortes de emisiones. En el terreno diplomático, Washington ya no podría
acudir a ninguna de las reuniones posteriores del grupo de París ni emplear su
liderazgo en la lucha contra el calentamiento global como una de sus bases para
negociar con sus socios. El último ejemplo se produjo la
pasada semana en la reunión del G-7.
¿Y para el calentamiento global?
La tierra sufrirá mayores niveles de calentamiento, subirán las
temperaturas medias, se acelerará el deshielo en los polos y crecerá el nivel
del mar. Estas son las predicciones de los científicos que alertan de las
consecuencias de no reducir las emisiones tóxicas. Si EE UU lo recorta menos de
lo prometido, como segundo país más contaminante, el impacto puede ser aún
mayor.
Una estimación de varios expertos consultados por Associated Press apunta a
que cada año podría haber hasta 3.000 millones de toneladas más de dióxido de
carbono en la atmósfera. Incluso si todos los países del Acuerdo de París
cumplen su compromiso excepto EE UU, la tierra podría calentarse 0.3 grados
centígrados más a finales de siglo —el objetivo es que no alcance los 2 grados
para entonces y ya hemos superado más de 1,1 grado centígrado.
Fuente: Elpais.es
Washington
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