lunes, 28 de junio de 2021

La transición energética es mucho más que sustituir fuentes de energía

 

La transición energética (TE) que estamos observando a diferentes velocidades en muchos países, parece estar centrada solo en la sustitución de fuentes de generación basadas en energías fósiles por otras basadas en energías renovables.

Tener en cuenta los principios que la inspiran y el contexto en el cual se desarrolla, facilita comprender que está llamada a producir una transformación cuyo fin último es ir más allá de la descarbonización. Por ello sus propósitos se enmarcan en una transición global de mayores dimensiones y de la cual es un elemento complementario.   

Si bien la TE gravita alrededor del desarrollo y la expansión de las energías renovables como estrategia clave para la descarbonización, debe estar en sintonía con el desarrollo sostenible y el respeto a los derechos humanos para que pueda cumplir su papel transformador. Por lo tanto, los procesos que involucran su gestión, de ningún modo pueden reproducir el estilo de generación de energía basado en fuentes fósiles. 

Pero tampoco se debe imponer a cualquier costo, devorando recursos naturales y violando los derechos humanos de las poblaciones donde son instalados los parques eólicos y/o solares.  En cambio, mejorar la eficiencia y el ahorro energético puede tener un impacto ambiental y económico extraordinario a la par que se da marcha a un proceso consensuado y continuo de TE justa y sostenible. 

Algunos países como Alemania iniciaron el camino de la TE en la década de los 70 del siglo pasado de la mano de los movimientos anti-energía nuclear, ambientalistas y como reacción a los efectos de la primera y la segunda gran crisis del petróleo. 

Desde entonces, la TE alemana ha contado con un fuerte componente ciudadano. Organizados en cooperativas y empresas locales ya controlan más del 40% de la generación de energía renovable del país, con lo cual han creado un nuevo paradigma de gestión descentralizada y distanciada del modelo empresarial tradicional. 

El cambio climático y el acceso a la energía como un derecho llenan de contenido la TE

La incorporación de la variable cambio climático (CC) a la TE tiene como antecedente la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano de 1972 en la que  se advirtió por primera vez a los gobiernos, que debían tomar en consideración las actividades que pudieran provocar cambios en el clima.

Por su parte, el acceso a la energía es más reciente y su impulso se da a partir de la Declaración sobre el Desarrollo Sostenible de 2012, la cual facilitó el camino para convertir el  acceso a la energía asequible y no contaminante en 2015 en el objetivo número 7 de los 17 ODS de la Agenda 2030

Por lo tanto, los proyectos de energías renovables a partir de la Agenda 2030 tienen y deben enmarcarse en el ODS 7 e incluir como prioridad servicios modernos de energía libre de emisiones contaminantes a la disposición de las poblaciones más vulnerables para mejorar su calidad de vida. 

En el mundo cerca de 840 millones de personas no tienen acceso a la electricidad y cerca de 3.000 millones no tienen acceso a combustibles limpios para cocinar. 

Aunque es un hecho indiscutible que nunca como ahora a tantas personas se le ha facilitado el acceso a la electricidad, también es cierto, que ese acceso continúa siendo muy limitado, en parte por la insuficiente generación y deficientes infraestructuras. Un estudio publicado por la revista Nature Energy hace aún más visible las inmensas desigualdades para acceder a la energía, ilustrando que el 10% más rico de la población global consume aproximadamente 20 veces más energía que el 10% más pobre. 

Por su lado el Acuerdo de París sobre cambio climático refuerza los cimientos de la TE. Los planes de mitigación a los que hace referencia exigen una transformación del sistema energético con nuevos patrones de generación.  para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2ºC realizando esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 ºC. 

De este modo estas dos agendas internacionales se complementan para impulsar la TE, sin la cual será prácticamente imposible lograr en 2050 la descarbonización de la economía y de la sociedad en general, dejando al ideal del desarrollo sostenible sin muchos frutos que mostrar.  

El derecho humano a un medio ambiente sano fortalece la TE justa y sostenible

El respeto y la protección de los derechos humanos ambientales constituyen elementos claves de la TE. Este argumento encuentra soporte jurídico en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en la doctrina y en la jurisprudencia que se ha venido desarrollando. 

La Corte IDH en su Opinión Consultiva 23/2017 ratificó la existencia de una relación innegable entre la protección del medio ambiente y la realización de los derechos humanos. Más recientemente en septiembre 2020, el Comité de Derechos Humanos de la ONU en un caso sobre el derecho a la vida consagrado en el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos consideró que “la degradación del medio ambiente y el cambio climático constituyen amenazas extremadamente graves para la capacidad de las generaciones presentes y futuras de disfrutar del derecho a la vida”. 

En Latinoamérica y el Caribe, la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú el 22 de abril 2021, fortalece esa visión de protección del derecho a vivir en un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible, a través de la garantía plena y efectiva de los derechos de acceso a la información, participación y acceso a la justicia en asuntos ambientales

De este modo un vigoroso marco normativo de derechos humanos ambientales en pleno desarrollo y expansión está sirviendo de soporte a miles de ciudadanos y ONGs en el mundo que exigen a los Estados impulsar la descarbonización del planeta, amenazado por el incuestionable dominio de los combustibles fósiles que aun suministran cerca del 80% de los requerimientos energéticos globales. 

Afortunadamente y abonando a la resiliencia humana, una histórica decisión del influyente Tribunal Constitucional de Alemania de 29 de abril 2021 ha dicho que las disposiciones de la Ley de Protección del Clima de ese país de 2019 resultan incompatibles con los derechos fundamentales en la medida que carecen de especificaciones suficientes en relación con la reducción de emisiones a partir del año 2031. Esta sentencia va a desafiar aún más la transición y transformación del sector energético alemán con previsibles impactos en todo Europa.   

La debida diligencia empresarial, se abre paso y despejará aún más el camino a la TE sostenible y justa

En marzo de este año el Parlamento Europeo aprobó el informe de iniciativa sobre la debida diligencia que obligará a identificar, abordar y corregir los impactos adversos, potenciales o efectivos sobre los derechos humanos, el medio ambiente y la buena gobernanza en su cadena de valor. 

Aunque se trata de una propuesta legislativa todavía en fase de discusión y debates, es importante tener en cuenta que sus fundamentos ya se encuentran contenidos en los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de Naciones Unidas y en el Informe Empresas y Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 

Precisamente y con el propósito de hacer cumplir esos compromisos y de obligar a las empresas a actuar conforme a los principios antes mencionados, una decisión sin precedentes se ha producido en los Países Bajos. El Tribunal del Distrito de la Haya en el mes de mayo 2021 condenó a la multinacional petrolera Shell, a limitar el volumen anual agregado de todas sus emisiones de CO2 debido a las operaciones comerciales y a la venta de productos energéticos vendidos, a tal punto que ese volumen deberá  reducirse al menos en un 45% neto a fines de 2030, en relación con los niveles de 2019. 

Para el análisis del caso el tribunal ha tomado en consideración entre otros aspectos la vulneración del derecho a la vida y el derecho al respeto de la vida privada y familiar previstos en el Convenio Europeo de Derechos Humanos y los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos. 

Reflexiones finales

La TE se ha fusionado al concepto de desarrollo sostenible, al punto que sin el uno no puede existir el otro. El acoplamiento de ambos nos pondrá a las puertas de una gran transición global, como se ha calificado el paso de la biomasa a los combustibles fósiles, dando lugar a la primera y segunda revolución industrial y a la primera y segunda transición energética.  

Por lo tanto, este proceso de cambio en pleno desarrollo y expansión debe ser completamente diferente a los cambios introducidos por los combustibles fósiles en la sociedad. La actual TE está predestinada, por un lado, a impedir que se pierdan los avances, el bienestar y el progreso alcanzado y por el otro, a reparar los daños que han causado al medio ambiente y a la vida en el planeta, la quema de combustibles fósiles en los últimos 200 años.

Fuente: Agenda Estado de Derecho, 2021/06/24. Disponible en: https://agendaestadodederecho.com/la-transicion-energetica-es-mucho-mas-que-sustituir-fuentes-de-energia/

 

martes, 22 de junio de 2021

Tribunal de Bélgica responsabiliza al gobierno de negligente frente al cambio climático

El tribunal de primera instancia de Bruselas en una decisión publicada el pasado 17 de junio consideró que las autoridades belgas son responsables de haber aplicado una política climática negligente. Es un fallo sin precedentes en el país y que la entidad que impulsó el proceso, el grupo Klimaatzaak, lo consideró "histórico".

De acuerdo con la sentencia los líderes de las autoridades federales belgas, así como de las regiones de Flandes, Valonia y Bruselas "no se han comportado como autoridades normalmente prudentes y diligentes, lo que constituye una falla" a los ojos del Código Civil belga. Además, "al abstenerse de tomar todas las medidas necesarias para prevenir los efectos del cambio climático", esos dirigentes han violado sus obligaciones a la luz de las normativas europeas sobre derechos humanos. No obstante, el tribunal decidió no aceptar la demanda de imponer en el fallo metas concretas de reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, como ocurrió en Países Bajos en el conocido caso Urgenda contra los Países Bajos.

Serge de Gheldere, presidente de Klimaatzaak, señaló que el fallo constituye una "señal clara" a los dirigentes políticos, aunque el grupo lamentó que el tribunal haya decidido no imponer metas ambientales concretas en su fallo.

Baje la sentencia aquí.

lunes, 14 de junio de 2021

Cumbre del G7: donación de 1.000 millones de vacunas, el cambio climático y China


El G7 está integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Japón. A la cumbre también fueron invitados India, Sudáfrica, Corea del Sur y la Unión Europea.

Reunidos desde el viernes en un resort en Cornualles, al suroeste de Inglaterra, el G7 se comprometió a donar 1.000 millones de vacunas, prevenir futuras pandemias, reducir la huella de carbono y contrarrestar la influencia de China en el mundo a través de un ambicioso plan de financiamiento destinado a países menos desarrollados.

Estos y otros acuerdos fueron publicados este domingo en un documento de 25 páginas.

Prevenir futuras pandemias

Este domingo, tras acabar la cumbre en Cornualles, los líderes del G7 anunciaron la donación de 1.000 millones de vacunas contra la covid-19 para el próximo año.

La Organización Mundial de la Salud estima que para vencer al virus hacen falta 11.000 millones de vacunas, por lo que los críticos opinan que este acuerdo del G7 no es suficiente.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) celebró dicho anuncio, pero hizo un llamado a esclarecer el plan y los plazos sobre cuándo estarán disponibles las dosis, además de "una rápida aceleración de la dosis compartidas en los próximos tres meses".

También se acordaron medidas para prevenir futuras pandemias, como acortar a menos de 100 días el tiempo para desarrollar y dar licencias para nuevas vacunas, tratamientos y diagnósticos para enfermedades futuras, además de reforzar la vigilancia global y las capacidades de secuenciación genómica.

El plan para contrarrestar a China

Entre los acuerdos alcanzados este fin de semana, se anunció un plan especial para apoyar a los países de bajos y medios ingresos y ayudarles a construir mejores infraestructuras.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que este plan, conocido como Build Back Better World (B3W), será una alternativa a la estrategia de la Nueva Ruta de la Seda que China lleva ejecutando varios años.

Bajo esa iniciativa, el gigante asiático ha financiado trenes, carreteras y puertos en muchos países.

Pero los críticos, especialmente EE.UU, consideran que China hace una "diplomacia de la deuda" por cargar cuantiosos préstamos a algunos de estos estados.

El G7 anunció que su plan de ayudas financieras ofrecería una alianza "motivada por valores y con altos estándares de transparencia".

Sin embargo, los detalles de cómo se financiará este proyecto fueron poco esclarecidos.

El plan estadounidense para contrarrestar a China

Análisis de Jon Sopel, editor de la BBC de Norteamérica

Los estadounidenses vieron la sesión del G7 del pasado sábado como una forma de desafiar el ascenso de la influencia de China en el mundo.

La Nueva Ruta de la Seda de Pekín, que ha destinado miles de millones de dólares a países en vías de desarrollo, debe ser contrarrestada por las democracias occidentales.

Los altos oficiales de esta administración quieren demostrar que los valores occidentales pueden prevalecer.

Argumentan que la inversión china ha tenido un precio demasiado alto y que el trabajo forzoso de la minoría uigur en Xinjiang es moralmente atroz y económicamente inaceptable porque impide una competencia leal.

Las cadenas de suministro global, insistirá Joe Biden, deben estar libres de este tipo de trabajos. Los funcionarios estadounidenses dicen que esto no trata solo de confrontar a China, sino de preservar una alternativa posible para el mundo.

Sin embargo, la administración de Biden no ha sido muy precisa sobre cuánto puede contribuir Occidente a esta infraestructura global y en cuánto tiempo.

Lo que sí está claro es la renovada determinación entre las potencias occidentales de que necesitan actuar ahora para contrarrestar el renaciente y creciente poder de China.

¿Qué compromisos se alcanzaron en la lucha contra el cambio climático?

Los líderes se comprometieron con una "revolución verde" que limitaría el aumento de las temperaturas globales a 1,5° C.

También prometieron alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050, reducir a la mitad las emisiones para 2030 y conservar o proteger al menos el 30% de la tierra y los océanos para 2030.

El objetivo es conseguir la eliminación gradual de las plantas de carbón, a menos que tengan tecnología para capturar las emisiones de carbono.

El carbón es el combustible de uso extendido más sucio del mundo y los ambientalistas consideran que poner fin a su uso es un paso importante, pero también quieren garantías de que los países ricos cumplirán sus promesas anteriores de ayudar a las naciones más pobres a hacer frente al cambio climático.

El G7 pondrá fin a la financiación de la nueva generación de carbón y ayudará en la transición energética de los países en vías de desarrollo.

"Reafirmamos el objetivo colectivo de los países desarrollados de movilizar conjuntamente US$100.000 millones anuales de fuentes públicas y privadas hasta 2025", comunicó el grupo.

Los líderes de las siete principales naciones industrializadas establecerán planes para reducir las emisiones de la agricultura, el transporte y la fabricación de acero y cemento.

Algunos grupos ambientalistas dijeron que las promesas carecían de detalles concretos.

En 2009, los países ricos ya habían acordado contribuir con US$100.000 millones al año en financiamiento climático a los países más pobres para 2020. Pero el objetivo no se cumplió, en parte debido a la pandemia de Covid.

Si bien el G7 acordó recaudar contribuciones para alcanzar el objetivo, Teresa Anderson, de Action Aid, dijo que "la reafirmación del G7 del objetivo anterior de US$100.000 anuales no se acerca a abordar la urgencia y escala de la crisis".

Millones de niñas a la escuela

Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido y anfitrión de la cumbre, también resaltó el compromiso del G7 de intentar que 40 millones de niñas alrededor del mundo asistan a la escuela.

En una rueda de prensa este domingo, Johnson anunció que los líderes acordaron apoyar más la Alianza Global para la Educación.

"Educar todos los niños, en especial las niñas, es una de las formas más fáciles de sacar países de la pobrezas y ayudarles a recuperarse de la crisis del coronavirus", declaró el mandatario británico.

Dicha iniciativa fue añadida al documento que recoge lo aprobado en la cumbre en Cornualles.

La pasada semana, el G7 también acordó un impuesto mínimo a las compañías multinacionales para luchar contra la evasión fiscal y hacer que las empresas paguen en los países donde hacen negocios, independientemente de dónde coloquen las sedes de sus subsidiarias.

Con esto se espera una recaudación que ayude a palear el agujero económico dejado por la pandemia.

Fuente:

BBC News Mundo

13 junio 2021


 

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